El cáncer es una enfermedad altamente conocida pues es de las principales causas de muerte a nivel mundial, y lamentablemente, también afecta a nuestros animales de compañía, sin embargo, los perros tienen mayor riesgo de padecer esta enfermedad.
Se conoce como cáncer a las enfermedades en las cuales el organismo produce más células malignas que benignas. El exceso de crecimiento de éstas células, también conocidas como cancerosas o cancerígenas, invade los tejidos sanos. Y sí, los perros pueden tener cáncer. Se estima que 1 de cada 4 canes desarrollará esta enfermedad.
Es importante aprender a identificar los síntomas que puedan alertar sobre la presencia de este padecimiento pues la detección temprana es fundamental. Hay que buscar los mejores tratamientos, según sea el caso, y siempre velar porque nuestro perro no sufra y tenga calidad de vida.
El cuerpo de nuestro perro está formado por aparatos integrados y diversos órganos, tales como el estómago, corazón, riñones, pulmones, por nombrar algunos. Y éstos órganos están conformados por células que tienen la capacidad de nacer, multiplicarse y morir, cumpliendo así sus funciones específicas. Cuando estas células se generan de forma descontrolada, se forman los tumores.
Existen tumores benignos y tumores malignos.
Los benignos crecen más lentamente, durante meses, y no afectan otros órganos, es decir, no producen metástasis.
Los tumores malignos crecen rápidamente y sí tienen capacidad de afectar otros órganos produciendo metástasis.
La metástasis es la capacidad que tiene un tumor para afectar otros órganos, además del cual se originó, y esta infestación la produce a través del sistema linfático.
Un tumor se origina cuando las células sufren una mutación y se multiplican descontroladamente. A pesar de los estudios, no se sabe con exactitud qué puede ocasionar estas mutaciones pero se sabe que la exposición a factores cancerígenos aumenta el riesgo. Estos factores cancerígenos pueden ser biológicos, químicos, radioactivos u hormonales.
También hay un importante factor genético pues las condiciones hereditarias juegan un papel fundamental, e incluso, hay razas de perros con cierta predisposición a algunos tipos de tumores. Por ejemplo, los golden y labrador retriever son vulnerables a linfomas. El dogo alemán, al osteosarcoma. El pastor alemán, al hemangiosarcoma. Y tanto el boxer como el bulldog francés, son vulnerables al mastocitoma.
Lo más recomendable es que estés alerta ante cualquier síntoma que pueda presentar tu animal de compañía. Recuerda que el diagnóstico temprano es fundamental.
Estos signos varían, pues no todos los tipos de cáncer se manifiestan de la misma manera, pero entre los síntomas más comunes podemos destacar:
- Cansancio y fatiga que no tengan justificación
- Pérdida de peso que no tenga justificación.
- Fiebre.
- Decaimiento.
- Inapetencia.
- Llantos que acusen la presencia de dolor.
Y también se pueden presentar síntomas más evidentes:
- Pérdida de pelo
- Inflamaciones
- Bultos y protuberancias
- Sangrado
Es vital que lleves a tu perro a realizarse controles médicos periódicos y te recomendamos que lo atiendas siempre con un veterinario de confianza. Es muy ventajoso cuando el profesional veterinario conoce el carácter e historial médico de tu compañero. Existen muchos tipos de cáncer pues puede afectar casi todos los órganos del cuerpo, pero hay dos tipos que destacan. El cáncer de próstata y el cáncer testicular.
Cáncer de próstata en perros.
La próstata es una glándula que está relacionada con la actividad sexual de los perros machos, se encarga de producir un líquido que ayuda a estabilizar los espermatozoides, está ubicada debajo de la vejiga, rodeando la uretra, y se puede palpar a través de un exámen rectal.
Hay varias enfermedades que pueden afectar esta glándula, como por ejemplo:
- Prostatitis: una infección bacteriana que es originada comúnmente por cistitis. Provoca dolor, diarrea, heces con sangre y pues. Es tratada con antibióticos.
- Hiperplasia benigna: un crecimiento de la próstata de forma uniforme, común en perro mayores, y está relacionada directamente con la producción hormonal, concretamente, con la testosterona.
- Neoplasias: la próstata aumenta su tamaño de forma asimétrica y suele ser un carcinoma prostático. Se recomiendan pruebas como eco grafías, análisis de orina, citología o biopsia, para asegurar el diagnóstico.
Hay relación entre el padecimiento de prostatitis e hiperplasia benigna con la posterior aparición de cáncer de próstata, por lo cual es recomendable realizar castración o esterilización de tu perro. Aunque el cáncer de próstata puede afectar también a perros que estén castrados o esterilizados, se reducen notablemente los riesgos.
El cáncer de próstata suele tratarse con radioterapia y/o quimioterapia, según sea el caso. Pero al existir metástasis, el panorama es poco esperanzador. Por eso insistimos en la vital importancia de realizar visitas regulares al veterinario, con sus estudios y exámenes pertinentes.
Aunque principalmente esta patología no presenta síntomas, al inflamarse la próstata podrían ser visibles algunos cambios en los hábitos sanitarios de tu perro. Como por ejemplo:
- Heces aplanadas o con presencia de sangre.
- Estreñimiento.
- Manifestación dolor al defecar.
- Presencia de sangre al orinar.
- Fiebre.
- Dificultad al caminar.
Ante cualquiera de estos síntomas, es recomendable acudir al veterinario con urgencia.
Cáncer testicular en perros.
Los testículos son órganos genitales externos que se encuentran contenidos en el escroto y forman parte del aparato reproductor de los perros machos. Tienen dos funciones, segregar la hormona masculina, llamada testosterona, y producir las células de reproducción masculina, llamadas espermatozoides.
Hay tres tipos de tumores testiculares:
- Células de Leydig: son tumores pequeños pues no suelen medir más de 2 cms, no producen síntomas clínicos y en su mayoría son benignos.
- Seminomas: estos tumores se originan en las células encargadas de producir los espermatozoides, su tamaño puede variar entre 1 ó 10 cms y se estima que aproximadamente el 5% suelen ser malignos, pero sí pueden producir metástasis.
- Células de Sertoli: estos tumores suelen medir entre 1 mm a 5 cms, pero en algunos casos es posible que aumenten hasta 20 cms. Alrededor del 20% son malignos y hacen metástasis en diversos órganos, como pulmones, páncreas, hígado, bazo, riñones y ganglios linfáticos. Pueden afectar la médula ósea, provocar anemia, destruir las plaquetas y un descenso alarmante en la producción de glóbulos blancos.
En estos casos será necesario realizar exámenes de diagnóstico, como biopsias o citologías, para así determinar el estado de la enfermedad y poder accionar de la mejor manera posible.
Los síntomas estarán regidos por la actividad hormonal que provoque el tumor, sin embargo podemos destacar algunos signos:
- Agrandamiento testicular.
- Diferencia de tamaño entre los dos testículos.
- Presencia de bultos o abscesos.
- Problemas prostáticos.
- Goteo de sangre a través del pene.
- Presencia de sangre en la orina.
- Estreñimiento.
- Problemas al caminar.
- Fiebre.
Ante la presencia de alguno de estos síntomas, es recomendable acudir al veterinario con urgencia.
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